Overblog
Edit post Seguir este blog Administration + Create my blog
Las Razones del Diablo

Historias de todos los días

Casa

Yo no tengo inconveniente alguno en que alguien venga a casa. También es verdad que me cuesta mucho tomar esa decisión. Mi casa es un lugar especial, básicamente porque es mi morada, y no está pensado para exhibir o para servir de espacio de formalismos. Su diseño es a modo de cobijo, un nido un tanto destartalado, pero que a mi me parece acogedor a pesar de sus inconvenientes. Por lo tanto, espero que quien en él se introduzca sepa entender este hecho y valore justamente el ofrecimiento. Al igual que también deseo que entienda que, en cierta medida, introducir a alguien en casa no deja de ser un acto de desnudez, ya que se muestra en cada rincón cómo vives, que comes, que lees, como te acomodas, como duermes o, simplemente, que música escuchas. 

Dicho esto, que por otra parte me parece bastante obvio, por mi casa ha pasado gente y aunque entiendo que es un acto de hospitalidad que fortalece vínculos y al que, tarde o temprano,  estas obligado, no deja de incomodarme el hecho, porque siempre estoy mejor solo.  Claro, es normal que este último punto mucha gente no lo conozca o no lo intuya, lo que también es un indicativo de que no me prestan mucha atención. Natural es que a casa venga también tu pareja, ¿en qué mejor lugar puedes disponer de la intimidad que necesita el amor y el sexo? Aun así, no deja de ser una compartición limitada de un espacio pactado para la intimidad. 

El problema surge cuando la otra persona, saltándose todas las normas del sentido común, quiere hacer suya tu morada o se atreve a romper el refinado equilibrio que la rige. Claro está, que esta norma queda abolida, si existe esa cesión de derechos por la razón que sea.

Nunca me he arrepentido de conocer a las personas a las que he conocido, aunque he de confesar que a algunas de ellas no las volvería a conocer. Es el caso de una antigua relación que, no sé porque, me vino a la cabeza hace unas semanas y sobre la que he pensado durante los últimos días, tratando de rememorar algunos hechos chocantes, como mínimo. Y, os habrá ocurrido, que cuanto traéis  recuerdos al presente, siempre se enganchan otros más a ellos, actualizando la historía y su relato. 

Sinceramente, no recuerdo bien dónde la conocí, aunque creo que fue en una reunión profesional. Para bien o para mal, muchas de mis relaciones han surgido en torno al mundo profesional. No es de extrañar si tenemos en cuenta que es intenso y al que dedico y he dedicado una gran parte de mi vida consciente, quizás una parte excesiva. 

Pues bien, no es que me fijara mucho en ella, creo que fue al revés, pero cuando una mujer empieza a usar sus armas te va acorralando, y aprovecha todas las debilidades masculinas para llevarte hasta sus brazos. O al menos así era antes, aunque supongo que sigue funcionando de esta manera. 

Bueno, ahorrémonos toda la fase inicial, que obviamente podéis imaginar y centrémonos en lo que nos ha traído aquí……

Compartir este post
Repost0
Para estar informado de los últimos artículos, suscríbase:
Comentar este post