20 Marzo 2012
¿Dónde mejor que en casa? que infinitas ganas de volver al hogar los lunes o en este caso los martes, pues fue fiesta el lunes. Que deseo irrefeneable de oir el pestillo de la puerta de la calle anclarse al marco y dejar fuera todas las absurdeces y sometimientos. Por fin libres, por fin lógicos, por fin humanos, por fin tan miserables como cada uno seamos, por fin nuestras rutinas, nuestros pequeños caprichos y manias, por fin un erupto si se tercia, quizás un pedo, por fin en bolas o en batín de seda, por fin el cómodo sillón, una sonrisa de placer en la cara, la imaginación, un buen libro o un simple rato de tele, por fin el silencio o pon la música que quieras, por fin quienes dejamos de ser, quienes somos, quienes eramos antes, no hace tanto tiempo.