twitea

Coca Cola trae a España el Segundo Congreso de la Felicidad. Me resulta detestable que una marca comercial con las connotaciones de la Coca Cola trate de adueñarse de este concepto con fines comerciales. Dirigido por Eduardo Punset, sobre él no voy a hacer comentario alguno, que cada uno piense lo que quiera. Me he enterado de todo ello en el Twiter, esta red social que no deja de asombrarme por la necesidad imperiosa de las personas de autocomplacerse en sí mismas. El principio de esta red social no tengo ni idea de cual es, su objetivo final tampoco. Palabras que se llevan otras muchas que empujan a las primeras, quizás esa necesidad imperiosa de sentirse importante y famoso, como decía Andy Warhol, esos quince minutos de fama que todos tendremos, tarde o temprano, a lo largo de nuestras vidas. No esperes a que aparezcan, hazte una cuenta en twiter y comienza a decir idioteces, y además se políticamente correcto y ve de puritano y no hables de sexo, insinua sólo ciertas debilidades, pero no las muestres abiertamente, destierra tus bajezas, renuncia a ellas, deja de ser el animal que eres y después de ello, explota.