29 Noviembre 2010
Al fin pisamos hojas. Al fin el otoño crujió bajo nuestros píes. Al fin un paseo bajo el sol casi invernal, con aire cortante que enrojece nuestras narices, con las manos repletas de leña que luego, también crujió en la chimenea. Tu de píe, calentado tu cuerpo, las manos a la espalda, recibiendo el calor de las llamas, sonriendo, oliendo el hogar.
Al fin charlas, al fin perros de caza que nos ladran en los tobillos. Al fin planes, una mirada al horizonte no exenta de tristeza, no exenta de desesperación. Al fin nuestras pisadas, el cuarzo, las piedras y el barro. Al fin la tierra, mi vida, fría, seca, dura, y nosotros sobre ella, tratándola de hundir. Por fin, el café, que imaginamos caliente, calentando también nuestras manos. Al fin tu y yo, con nuestros defectos, con nuestros miedos, con nuestras extrañezas, similares al este otoño que casi es invierno. Al fin el otoño fue nuestro, otro otoño. Un beso.