Overblog
Edit post Seguir este blog Administration + Create my blog
Las Razones del Diablo

Historias de todos los días

Nueva calle

No acabó de levantar la cabeza. Bueno, no sé si es que nos puedo o no quiero. 
Sigo de médicos sin saber muy bien porque. Supongo que a partir de cierta edad se empiezan a fijar en ti los cuadro médicos. Supongo que presuponen que a ti te agrada que así lo hagan. Supongo que cruzas una línea de años que traen sorpresa y ciertas cosas de tu organismo cambian, y problemas que antes no has tenido comienzan a florecer. Es un cambio de mentalidad. 
Bueno, no es que sea muy mayor, digamos que he doblado la esquina de esa calle  y la anterior ha dejado de existir. Esta tiene nuevos edificios, árboles, otro tipo de portales y los coches aparcan en batería, no linealmente. 
Tras mi periplo en las urgencias, lo de mi espalda, ahora me he de meter en una nueva aventura con mi tensión. La tensión, jodida variable. Mi madre, cuando yo tenia diez o quince años menos, va y se le ocurre regalarme un medidor digital de tensión. Las cosas de mi madre y su política de salud preventiva. Jamás lo he usado. Debe de llevar ahí el cacharro, eso, diez o más años. Pero es más, pensé que jamás lo usaría en mi vida. Alguna vez, en plan guasa, he visto como funciona la máquina, aunque sinceramente, no sé interpretar los numeritos que salen, ni me quiero enterar. 
Bueno, el caso es que cuando salí de urgencias, mi tensión estaba alta, y el médico me dijo que visitará a un médico de medicina interna, para ver “esa tensión”. 
Fui el jueves pasado, y tras relatar mis andanzas clínicas, me pregunta la colega si me he tomado la tensión. Le digo que sí, que hace una semana y que era normal. Normal, ¿cuánto? Me pregunta la médica. Ni idea, no sé, normal, le respondo. Pero ¿cuánto? Vuelve a insistir. No sé, me reitero. ¿Cuanto es lo normal? Le pregunto. Me da una combinación de números que ya he olvidado, pero que en aquel momento me sirven para decirle que sí, que eso. Me mira, y la colega me dice que me he de hacer un Holter. Es la primera vez que oigo esa expresión. Se trata de llevar un aparatito durante 24 horas que te va tomando la tensión a lo largo de ellas para descubrir alteraciones. Joder! Nuevo volante, nuevo viaje al hospital, a cardiología, a por el aparato, 24 horas con él, devolverlo, el cardiólogo hace sus cálculos, emite un juicio, vuelta a por el veredicto y con él, otra vez a la de medicina interna. Cooooño, como no va a subir o bajar la tensión. 
Pero lo que más me jodió de mi visita fue una frasecita de la médica. Cuando le dije que me encontraba bien, me respondió, sí ya, pero a partir de ciertas edades aparecen cosas que antes no aparecían. Pues eso, vuelvo al inicio, que aunque no quieras, llegas a esas cosas, y es una mierda. 
Bueno, he sacado mi corneta y hoy a las siete en pie, a correr. Ya me ha costado, joder, pero allí estaba, en mi camino blanco, cruzándome con la peruana de los saltitos, los grajos negros y el amanecer.

Compartir este post
Repost0
Para estar informado de los últimos artículos, suscríbase:
Comentar este post